Se trata de un puente de un solo arco de medio punto ligeramente rebajado, de luz con una doble rosca de sillar irregular y sillarejo, que salva una altura de unos 15 m. El arco se apoya directamente sobre las paredes del barranco, formadas por conglomerados a base de cantos rodados y caliza.
Aguas abajo, la rosca exterior no está completa, pues se interrumpe a la altura del riñón del arco. Está construido con roca de toba. La luz del arco es de unos 5 m., la anchura del tablero de unos 2,5 m. Aunque popularmente se le conoce en Nalda como “puente romano”, es un puente que responde a las técnicas constructivas del siglo XVI.